jueves, 8 de marzo de 2007


Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos,
como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer,
así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su
cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está
sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus
maridos en todo. Maridos, amad a vuestras mujeres,
así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí
mismo por ella, para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra,
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia
gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa
semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como
a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo
se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne,
sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la
iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su
carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre
a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer,
y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio;
mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también
a su mujer como a sí mismo;
y la mujer respete a su marido.
Efecios 5:21 al 33



Sabia usted cual es la institución mas antigua sobre la faz de la tierra?

Es el hogar.

La Relación familiar fue instituida por Dios muchos años antes que la primera nación fuera organizada, y la Iglesia que ahora tiene casi 2000 años, es muy joven en comparación del hogar.

El éxito de una vida hogareña decide también en gran manera la salud social de una nación. En Efecios 5:21 en adelante la Escritura da ciertas instrucciones importantes sobre la relación de las casadas con sus maridos. Si usted quiere que exista la felicidad y la paz en su hogar usted necesita entender y practicar los principios bíblicos de Efesios 5, repito si ama a su familia, a Dios y a su nación usted debe escuchar los consejos de la palabra de Dios en cuanto al hogar. El consejo presentado en Efesios 5:21 será la base de todas las relaciones que el cristiano tiene con otros seres humanos. El texto dice “Someteos unos a otros en el Temor de Dios.” Aquí tenemos el principio de una vida feliz, llena de paz, porque implica el amor mutuo, la humildad y un espíritu de colaboración, cuando humildemente y llenos de fe basamos toda acción en el temor de Dios, estamos siguiendo el ejemplo de Cristo Jesús.

Si todos nos someteríamos unos a otros el mundo seria un verdadero paraíso y bendito el hogar donde reina esta actitud de sumisión a la voluntad de Dios, a las necesidades del compañero o compañera. La familia que se guía por esta enseñanza Divina será una verdadera ayuda a los miembros de la familia, a la nación donde vive y algo muy importante Glorificara a Dios y llenara el propósito con el cual Dios Creo el hogar en el principio. Las siguientes palabras de el texto (Efesios 5:22) necesitan una clara y bíblica definición, porque hay mucha confusión en lo que significan. La Biblia exhorta a las mujeres del hogar diciendo las casadas estén sujetas a sus propios maridos como al Señor. Para esto necesitamos entender quienes son las casadas y sus maridos, en otras palabras queremos escudriñar la enseñanza bíblica para entender que es el matrimonio o el casamiento. Usted a de saber que hay diferentes opiniones tocante que es un matrimonio licito, y como no estamos seguros de cual opinión sea la correcta para una definición justa tenemos que desechar toda opinión humana y preguntarnos que dice la Biblia.

Investiguemos pues lo que ella enseña sobre lo que es necesario para formar lícitamente un hogar, es decir, cual es la definición bíblica de la palabra matrimonio o casamiento. En
Génesis 2:22-24 la Biblia enseña o relata la formación del primer hogar, primera vez que un matrimonio había sido contratado, dice que de la costilla que Jehová Dios tomo del hombre hizo una mujer y la trajo al hombre, dijo entonces Adán: esto es hueso de mis huesos y carne de mi carne, esta será llamada varona porque del varón fue tomada. Por tanto dejara el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y serán una sola carne. Con estas sencillas palabras la Biblia nos instruye tocante al primer matrimonio y al mismo tiempo nos da las reglas para futuros matrimonios, que sin duda alguna se habrían de llevar a cabo.

Entonces es la unión de un hombre y una mujer en una nueva persona, la cual se llama una nueva carne, este matrimonio primitivo no dependía de la Iglesia, ni de las autoridades de un Gobierno para ser licito, los únicos indicados que tomaron parte en este pacto matrimonial eran el hombre la mujer y Dios, miles de años después Mateo escribió las palabras del Señor Jesucristo que refieren el mismo caso de Génesis 2:22-24 y que enseña la misma verdad.

En Mateo 19:3-6 tenemos un pasaje muy instructivo en cuanto al matrimonio, insiste el Señor Jesucristo que los principios establecidos en el Edén están vigentes todavía. Las nuevas instituciones que fueron formadas posteriormente. La nación y su gobierno, por ejemplo, y la Iglesia, con todo respeto, no pueden cambiar ni las leyes de Dios, ni su santa voluntad, en cuanto al matrimonio. La Biblia dice en Mateo 19:3-6 Entonces vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre repudiar a su mujer por cualquier causa? Él, respondiendo, les dijo: ¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo, y dijo: Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. Notemos que la respuesta del Señor Jesucristo a los fariseos nos enseña primeramente que la voluntad de Dios es que un hombre se case con una mujer para toda la vida por eso no creo dos sino uno para toda la vida (Malaquías 2.15). Entonces en cuanto a la formación de la unión hombre y mujer que se llama Matrimonio Cristo repite en Mateo las sencillas enseñanzas del libro de Génesis. Queda claro pues, que ni alcalde, gobierno, sacerdote, pastor, predicador, ni ninguna otra autoridad humana aparecen en este texto, son solamente el hombre, la mujer y Dios. Es pues el hombre y la mujer que deciden formar un nuevo hogar, de otra manera al unirse no seria matrimonio pero cuando ellos hacen esta dedición ó pacto de dejar a sus padres para unirse, Dios los junta como casada y marido es por eso que ningún representante de gobierno, ni representante religioso no tiene ningún poder ni autoridad de juntar en unión santa, que es el matrimonio. Dios es el Único que puede hacerlo y lo hace cuando estas dos personas hacen el pacto antes mencionado.

En el momento que deciden juntarse para formar un nuevo hogar no son ya mas dos sino una sola carne y amonestación de la escritura es que ningún hombre puede separar lo que Dios ha juntado. Ejemplo: Mateo 1:18-20 con relación a José y María y el nacimiento de Jesús, dice la Escritura:

El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.

Notemos en este pasaje bíblico que la Biblia llama a José marido de María y a María llama su mujer, ellos físicamente no estaban unidos sin embargo ellos ya eran marido y mujer según la Biblia. ¿Cuando fue entonces que vinieron a ser marido y mujer? Sin duda alguna cuando fue pedida y dada en casamiento, 1ra. Corintios 7:38. Hay otro pasaje bíblico que revela la verdad que hemos venido estudiando, en Malaquías 2:14 Mas diréis: ¿Por qué? Porque Jehová ha atestiguado entre ti y la mujer de tu juventud, contra la cual has sido desleal, siendo ella tu compañera, y la mujer de tu pacto. Fijémonos bien que la Biblia dice ó enseña que la compañera es la mujer del pacto, un pacto de la cual Jehová a sido el Testigo y la exhortación indica que la infidelidad a esta compañera es adulterio, ¿porque? Porque de ellos dos Jehová les había echo uno y otra vez encontramos que los tres individuos necesarios para hacer el pacto matrimonial lícito son el hombre, la mujer y Dios, por tanto el matrimonio no es una ceremonia religiosa ó civil, es un pacto entre el hombre y la mujer con Dios juntándolos en una sola carne. Busquemos desde el Génesis hasta el Apocalipsis y nos daremos cuenta que estas son las enseñanzas verdaderas, tocante al matrimonio. No obstante debemos aclarar un punto mucho muy importante que aunque el gobierno no puede casarlo a uno espiritualmente, el cristiano si debe someterse a los mandamientos de la ley de la República en que vive, todo lo que el cristiano haga debe hacerlo legalmente, Romanos 13:1-2 declara: Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Entendiendo pues que aunque ya están casados delante de Dios es necesario para legalizar (y juntarse físicamente) ante los hombres la unión que Dios ya ha hecho, comparezcan ante la ley civil, así que no resista la ley sino obedézcala de otra manera peca contra Dios al pecar contra lo establecido por Dios.

HAGAMOS AHORA ALGUNAS REFLEXIONES:

En esta vida terrenal no hay paraíso mas bendito que el hogar, lleno del amor, la paz y el respeto mutuo, tampoco hay un infierno mas caliente que el hogar donde estos atributos han sido cambiados por el odio, el orgullo, falta de respeto y de entendimiento, el pleito y mayormente por el egoísmo. Si existen la paz y el amor en el hogar el hombre y la mujer pueden soportar toda aflicción materia y social fuera de el.

El hogar sirve como refugio de las tormentas de la vida, pero si las tormentas han entrado en el hogar propio, toda la vida se vuelve amarga y sin felicidad. La Palabra de Dios nos da las bases para un hogar feliz, en Efesios 5:22-33, Él que creo la gran institución del matrimonio, nos instruye en estos versículos en cuanto la relación del hombre y la mujer en el hogar. Si todos siguiéramos estos consejos divinos nuestra vida seria más feliz y nuestra Nación seria más fuerte. La responsabilidad de la mujer hacia su marido, la Biblia dice: Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. Muchos pensamos que lo que nosotros hacemos en el hogar es privado y nadie tiene que decirnos como actuar con mi esposo ó esposa pero la Biblia insiste que Cristo tiene que guiar la vida entera del cristiano, el no puede ser excluido de ningún aspecto de la vida, si no le damos nuestra vida completa, no le hemos dado nada, por eso el texto declara que la obediencia de la mujer a su marido es obediencia al Señor elle debe considerarla como parte de su obligación a Cristo.

Si no se sujeta voluntariamente a su marido esta en desobediencia a Cristo. Sin embargo no quiere decir que ella sea inferior al hombre ni que el tenga derecho de abusar de ella, pero en el plan sabio de Dios al hombre le ha sido dada la autoridad en el hogar, un hogar sin el hombre como la cabeza, es una invitación al caos, es una situación anormal e infeliz, ¿cuando? Cuando la mujer domina a la familia, entonces es cuando la sumisión de la esposa debe ser completa, porque el texto nos dice que debe obedecer en todo, no solamente cuando esta de acuerdo sino debe aceptar su autoridad en cualquier decisión en el hogar. Claro que no lo va a obedecer si le manda desobedecer a Dios en alguna manera o forma, pero esta seria la única excepción a la sumisión completa que ella le debe al marido, para que el hogar esté lleno de paz y armonía. Nunca olvidemos que la autoridad del hombre es moderada por el principio del amor, que lo debe guiar en toda decisión y actitud hacia su esposa. En Efesios 5:25 El Apóstol se dirige hacia el marido y le da una exhortación hacia el amor: Maridos amad a vuestras mujeres así como Cristo amo a la Iglesia y se entrego a si mismo por ella, cuando el esposo cumple con esta exhortación el hace mas fácil la obediencia completa de su esposa. Como el amor de Cristo hacia su Iglesia la mueve a someterse a sus mandamientos, así el amor del esposo a su mujer causa que la sumisión de ella a el, sea fácil y natural.

Pero fíjese esposo, el grado del amor que debemos hacia la esposa es el mismo amor, aunque Cristo amo a la Iglesia, es un amor espontáneo, que se sacrifica para el beneficio de ella, Cristo que entregó voluntariamente su vida por ella la cual no era digna de ese amor, en el modelo de Dios, Él en todo momento busco y sigue buscando el bienestar de la Iglesia; cuantos de nosotros estamos buscando nuestro bienestar en vez del bienestar de nuestra esposa, queremos que nos obedezca, pero a veces nos olvidamos que la base de esa obediencia es el amor que nosotros le mostramos.

Precisamente aquí tenemos la causa de muchos de los problemas que están dividiendo a muchos de los hogares, en nuestros tiempos, tanto el hombre como la mujer están llenos del egoísmo y el orgullo, queremos los beneficios de una buena compañera ó compañero, cuando nosotros mismos no lo somos. Tenemos a la esposa como un objeto que debe complacernos y no entendemos que ella a venido a ser parte de nosotros mismos, si nos agrada la tratamos bien, si no, le damos una existencia miserable y al fin la dejamos en busca de otra que nos complazca mas, si solo tomáramos por verdaderas y sabias las palabras de Dios, tendríamos un concepto muy distinto.


“Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne".

Efecios 5:28-31